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Bandas de Incontinencia

hablemos de la Bandas de Incontinencia

Estas bandas pueden tener una inserción que atraviese el espacio retropúbico (el primero utilizado en 1995 por Ulmsten) o el espacio obturador ( Delorme en el 2001) , con puntos de entrada o salida al abdomen inferior o la ingle, respectivamente.

Otra técnica es la banda de incisión única o «mini sling» (debido a su menor longitud), donde sólo es necesaria una mínima incisión a nivel de vagina.

El procedimiento es mínimamente invasivo y relativamente económico, hoy en dia es el «gold standard» para la el tratamiento de este tipo de incontinencia, con una curación entorno al 90%.

Hay otra clase de bandas reajustables en el postoperatorio inmediato o tardío, que están indicadas en ciertos casos de fracaso de técnicas de bandas previas, con un porcentaje de éxitos de más de un 75% de los casos y con mínimas complicaciones.

No obstante, las bandas de incontinencia, puede llevar consigo complicaciones en un 20% de los casos. Habitualmente éstas suelen ser leves y solucionables de manera conservadora, pero a veces las complicaciones pueden ser tediosas y con consecuencias importantes para las pacientes.

Entre las complicaciones podemos encontrar la perforación vesical (más frecuente en las bandas retropúbicas), hematomas en la fosa obturatriz (normalmente con solución conservadora), infecciones de la banda, erosión o extrusiones de las mismas a nivel vaginal (suelen recortarse en la consulta y reepitelizarse con cremas/óvulos de estrógenos o prasterona a nivel local), obstrucción uretral (solucionables con dilataciones uretrales, a veces requieren sección de la banda), fracaso en la resolución de la incontinencia ( la banda queda a más distancia de la uretra que la necesaria para adquirir la continencia, a veces se consigue la curación potenciando el nivel muscular tras la cirugía), lesiones nerviosas, dolor pélvico crónico, etc…